Número: TR 1
Nombre: Hacer que llegue tu comunicación
Propósito: Adquirir la destreza para hacer llegar una comunicación específica a un oyente y que la comprenda.
¿Alguna vez has visto a alguien que simplemente continúa hablando, sin siquiera saber si su comunicación se recibe o no? Lograr que se nos comprenda es una parte importante de la fórmula de la comunicación.
Órdenes: Se escoge una frase del libro Alicia en el País de las Maravillas (omitiendo los “él dijo”) y se le lee al adiestrador. Se repite hasta que el adiestrador esté satisfecho de que ha llegado hasta donde él está.
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Posición: El estudiante y el adiestrador se sientan frente a frente a una distancia cómoda.
Énfasis del entrenamiento: La comunicación va del libro al estudiante y, como suya propia, al adiestrador. No debe ir del libro al adiestrador. Debe sonar natural, no artificial. La dicción (la forma de pronunciar las palabras) y la elocución (los gestos y el arte de hablar en público) no tienen nada que ver con esto, pero el volumen sí puede tener que ver.
El adiestrador debe recibir la comunicación (o pregunta) con claridad y comprenderla antes de que diga: “Bien”.
Usar el libro Alicia en el País de las Maravillas no tiene un significado especial. En este ejercicio dices algo de un libro en lugar de inventarlo.
Cualquier idea es tuya cuando tú la haces tuya. Cuando tomas una idea de un libro se vuelve tu idea; y después se la transmites, como tuya, a otra persona. El ejercicio se adiestra de esta manera. La comunicación no es del libro al adiestrador. Es del libro al estudiante; y después, el estudiante, haciendo suya esa idea, se la expresa al adiestrador de tal forma que le llegue.
Sabemos de inmediato que una persona no puede comunicarse cuando no puede hacer este primer paso básico de tomar una idea, apropiarse de ella y después comunicársela a algún otro.
En el adiestramiento, queremos que el estudiante encuentre una frase en Alicia en el País de las Maravillas y después, adoptándola como su propia idea, se la comunique directamente al adiestrador. Puede decir la misma frase una y otra vez, si lo desea, en cualquier forma que quiera decirla, hasta que el adiestrador le diga que cree que la comunicación le llegó.
Es la intención la que comunica, no las palabras. Cuando la intención de comunicarse con una persona llega hasta ella, la comunicación llegará.
La intención debe comunicar, y se debe comunicar en una unidad de tiempo. No es una repetición de la última vez que se repitió. Es nueva, fresca y se comunica en
Fraseología: El adiestrador dice: “Comienza”; dice: “Bien” sin dar un nuevo comienzo si se recibe la comunicación o dice: “Fallo” si no se recibe. No se vuelve a usar “Comienza”. “Eso es todo” se usa para detenerse para hablar sobre algo o para finalizar la actividad. Si se dio por terminada la sesión de ejercicios para hablar sobre algo, el adiestrador debe decir de nuevo: “Comienza”, antes de reiniciarla.
Este ejercicio se aprueba sólo cuando el estudiante puede hacer llegar una comunicación con naturalidad, sin tensión, artificialidad, ademanes y gestos declamatorios, y cuando lo puede hacer con facilidad y tranquilidad.
El momento que es ahora y que se convierte en el pasado tan rápidamente como es observado. Es un término aplicado vagamente al entorno que existe ahora.