TAREA >> 7. Lee “Formas de Disminuir la Amenaza”.

FORMAS DE DISMINUIR LA AMENAZA

La gente está buscando un entorno menos amenazante, o al menos una forma de soportar mejor el entorno en el que viven. 

El individuo comprenderá la idea del entorno peligroso, sin importar lo crudamente que se la presenten. Sólo la idea de que considera que el entorno es peligroso y abrumador y que no sabe muy bien de dónde viene ese peligro o la abrumación, es un conocimiento enorme. 

Retroceder ante un entorno altamente amenazador que le puede abrumar en cualquier momento, incapaz de seguir adelante para lograr una fortaleza o un poder mayores para controlar ese entorno amenazador: esta es su vida. 

El nivel de salud de una persona, el nivel de cordura, el nivel de actividad y el nivel de ambición están regidos, todos ellos, por su noción de la peligrosidad del entorno.

Hay auténticas áreas de peligro en el entorno, pero también hay áreas a las que se hace parecer más peligrosas de lo que son en realidad.

Por consiguiente, si a una persona se le hace adentrarse en estos sectores de su entorno y se hace que los inspeccione, puede percibir por sí misma que el entorno no es tan peligroso como se le hace parecer. Y con una mayor confianza en su capacidad para controlar al menos esos sectores de su entorno, sus niveles de salud, bienestar, cordura y actividad también se elevarán. 

Hay un buen número de procedimientos simples que pueden ayudar a que una persona aumente su control sobre su entorno. La pregunta clave de todas estas técnicas es: “¿Qué parte del entorno no es amenazante?”. Si uno puede hacer que la persona diferencie y descubra que hay algunas partes del entorno que no son amenazantes, conseguirá una ganancia considerable.

¿Cuál es la expectativa del individuo en este nivel? Puede ser tan baja como el hecho de que no vaya a tener tanto miedo cuando suene el timbre de la puerta. Esto parece una mejora muy pequeña; sin embargo, sería muy real para él. 

Puede que sólo quiera resolverlo de manera que cuando se despierte por la mañana no tenga un sentimiento agonizante de que algo horrible le va a ocurrir si se levanta; y quizás ni siquiera espera que ese sentimiento desaparezca por completo, sino que confía en que disminuirá. 

Estas serían para él ganancias reales y estaría muy contento con ellas. Lo divertido es que las ganancias que va a experimentar realmente superarán, en la mayor parte de los casos, sus expectativas. 

He aquí los procedimientos que puedes usar para lograr esto:

1. Encuentra algo que no esté siendo una amenaza 

Cuando una persona está demasiado trastornada o confundida, uno puede hacer que mire alrededor en su entorno y que descubra algo que no esté siendo una amenaza para ella. Continúa haciendo esto hasta que la persona esté muy feliz o aliviada y que se haya dado cuenta de algo acerca de sí misma, del entorno o de la vida en general. 

Una persona también puede usar esta técnica directamente sobre sí misma. Por ejemplo, una persona puede estar en su oficina y muy preocupada acerca de algo. Puede estar sentada en su despacho con los papeles apilándose. Todo parece estar en un gran tumulto y se siente completamente abrumada. La persona misma tendría que ser capaz de mirar a los papeles de su despacho (la fuente de la amenaza) y encontrar algo acerca de ellos que no sea una amenaza. Al hacer tal descubrimiento, la amenaza se equilibrará. 

2. No leas los periódicos 

Esto es muy simple. Dile a la persona: “No leas los periódicos durante dos semanas y observa si te sientes mejor”. 

Por supuesto, si no lee los periódicos durante dos semanas, se sentirá mejor. 

Entonces dile: “Ahora lee el periódico durante una semana y encontrarás que te sentirás peor al final de esa semana. Y después de ese tiempo decide si debes prestar o no atención alguna a los periódicos”. 

Esto se puede proponer a la persona como un simple experimento. No es un experimento caro; de hecho, es más barato no comprar periódicos que comprarlos. 

Esta es una acción simple pero muy efectiva que puede cambiar de forma notable la forma de ver la vida que tiene una persona. 

3. Dar un Paseo 

Otra forma de hacer que una persona mire el entorno y descubra que no es tan amenazante es la técnica llamada “Dar un Paseo”. Si una persona se siente mal, hazle dar un paseo y mirar las cosas según pasea. 

El esfuerzo aquí se centra en conseguir que la persona inspeccione el entorno y descubra que hay un poco más de seguridad en él. Uno sólo quiere que la persona mire y descubra si el entorno es tan amenazante como aparenta serlo. 

“Da un paseo y mira las cosas” es el consejo más suave que posiblemente pudieras dar a alguien y es casi seguro que producirá resultado si la persona decide hacerlo. Es muy efectivo. 

4. Encuentra algo que no te sea hostil 

Hay gente que se siente como si todo el mundo en el entorno le fuera hostil. 

Para una persona así hay otra técnica que disminuirá sus miedos. 

Uno podría hacer una entre varias preguntas diferentes, según la situación. Los ejemplos son: 

“Descubre algo que la gente dice o hace por aquí que no te sea hostil a ti”. 

“¿Hay alguna persona en la compañía que no te sea activamente hostil?”. 

“¿Se ha dicho algo hoy que no te fuera directa e inmediatamente hostil?”. 

Hazle a la persona una de las preguntas anteriores (o una pregunta similar, formulada de forma más apropiada a la situación de la persona). Por ejemplo, pregúntale: “¿Hay alguna persona en la compañía que no te sea activamente hostil?”. 

Continúa con esto hasta que la persona se sienta mejor, esté más feliz y se haya dado cuenta de algo acerca de sí misma, del entorno o de la vida en general. 

5. Aliviar una Pérdida 

Una pérdida amorosa puede resultar en que la persona se encuentre en un estado mental en el que todo en el entorno le recuerde la pérdida.
Pero se puede ayudar a una persona a recuperarse. Si uno puede encontrar algo en los alrededores que no le traiga a la mente el amor perdido ...
... la atención de la persona puede desatorarse, lo que le ayudrá a sentirse mejor.

Un hombre que acaba de perder a su chica o una mujer que acaba de perder a su hombre, siente que todo está teñido de una terrible tristeza y pérdida. De hecho, todo en el entorno le “hablará” de su amor perdido. Durante algún tiempo le será imposible mirar alrededor sin acordarse de esta persona. 

Cuando la concentración de uno ha estado fuertemente en un individuo, es de una dificultad casi heroica el no asociar todo con esa persona. El truco está en encontrar algo que no le recuerde a la persona que ha perdido. Uno podría tener que buscar mucho para encontrar algo. 

Esta es la forma de recuperarse de un desengaño amoroso. La situación es, de hecho, simple: la persona ha identificado todo en el entorno con su desasosiego. Al dirigir la atención de la persona hacia cosas en el entorno que no están tan conectadas y haciéndole encontrar cosas que no se lo estén recordando de forma activa, uno consigue una diferenciación donde antes existía una identificación. Y cuando existe una diferenciación, se pueden recobrar la inteligencia y el buen juicio. 

Haz lo siguiente: 

Dile a la persona que vas a ayudarle. Dile: “Encuentra algo que no te recuerde a ________________ (nombre de la persona que ha perdido)”. 

Repite la orden, haciendo que la persona encuentre otra cosa que no le esté recordando a la persona hasta que se dé cuenta de algo y se sienta mejor acerca de la situación. 

Este simple procedimiento puede ayudar a la persona a recuperarse de su amor perdido y comenzar a vivir de nuevo. 

6. Ordenar la Propia Vida 

Al hacer que un individuo haga un plan de vida según el cual pueda vivir tranquilamente y sin amenazas, su vida se vuelve menos amenazante. 

Tomemos, por ejemplo, al pobre señor que se encuentra sumido en una rutina total: tiene que mantener su trabajo, aunque la paga no es suficiente y no tiene oportunidad de conseguir un ascenso; porque si lo pierde siente que no será capaz de conseguir otro o no será capaz de sobrevivir. Este hombre está encerrado en su propia trampa y piensa que el entorno es muy hostil. 

Hazle que planee una vida que no sea tan amenazante, no importa lo imaginativo o aparentemente inalcanzable que sea su plan, y será capaz de continuar trabajando en su trabajo mucho más feliz y sintiéndose mucho más tranquilo.

7. Eliminar Cosas que lo Trastornen

Hay otra acción que consiste en simplemente hacer que la persona deje de hacer cosas o de asociarse con gente que le trastorna.

Uno podría decir: “Elimina alguna de esas cosas en tu vida que te trastornan”.

“¿Quiénes te trastornan? Bueno, no les hables por un rato”. 

“¿Qué actividades te dejan sintiéndote peor? Bien, no las hagas por un tiempo”.

“¿Qué cosas en el entorno no son realmente una amenaza para ti? Muy bien, ¿has pensado en algunas? De acuerdo. Relaciónate con ellas. Ponles más atención”.

Esto beneficiará a la persona más de lo que uno podría imaginar.